Redacción Bit News | Puebla, Pue. — Durante décadas, la bolsa de valores fue un terreno exclusivo, accesible solo para grandes inversionistas o personas con asesoría bancaria. Sin embargo, hoy el acceso a los mercados financieros está más democratizado que nunca, gracias a la tecnología, las fintech reguladas y el aumento de la información disponible.
El error de confiar ciegamente en los bancos
Por años, muchas personas depositaron su dinero en cuentas de ahorro o planes de inversión bancaria sin entender a fondo qué estaban contratando. Si bien estos productos ofrecen seguridad, los rendimientos que generan suelen ser muy bajos, en muchos casos inferiores al rendimiento de los CETES (Certificados de la Tesorería).
En los años 90, por ejemplo, las comisiones y costos de mantenimiento bancario superaban las ganancias, lo que hacía que el valor real del dinero se redujera con el tiempo, afectado además por la inflación.
Hoy, muchos bancos ofrecen planes de inversión que apenas igualan el rendimiento de los CETES, pero con comisiones que reducen ese beneficio real. Esto significa que, a largo plazo, dejar el dinero “guardado” podría representar una pérdida de poder adquisitivo.
¿Qué ha cambiado?
La digitalización ha hecho posible que cualquier persona con acceso a internet pueda abrir una cuenta de inversión.
Las plataformas reguladas como GBM+, Kuspit, Finamex o Cetesdirecto permiten invertir desde montos accesibles, con información clara y en tiempo real.
El nivel de educación financiera está creciendo: más personas están aprendiendo a comparar productos, a identificar riesgos y a tomar decisiones informadas.
¿Qué debemos considerar antes de invertir?
Buscar plataformas reguladas por la CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores).
Evaluar el horizonte de inversión: corto, mediano o largo plazo.
Entender los riesgos y leer los términos de cualquier producto financiero.
Comparar rendimientos netos, no solo lo que “prometen” a simple vista.
Diversificar, para no depender de una sola fuente o tipo de instrumento.
¿Y entonces, cuándo invertir?
El mejor momento para empezar a invertir es hoy. Postergarlo solo significa dejar que la inflación erosione el valor de tu dinero. No se trata de apostar, sino de aprender, informarse y tomar el control de tus finanzas.