Una cadena en WhatsApp y redes sociales generó alarma entre poblanos, pero todo fue parte de una noticia falsa. ¿Cómo se propagan y quiénes son más vulnerables a creerlas? Aquí te contamos.
Este martes circuló en redes sociales y en grupos de WhatsApp una fotografía acompañada del siguiente mensaje:
“Este señor fue encontrado en la vía de circunvalación.
Tiene graves quemaduras de sol en cara, brazos y antebrazos. Debe tener un par de días perdido. No tiene documentos de identificación, ni celular con él. Lo estamos divulgando para ver si alguien lo reconoce. Comparte”.

La imagen se hizo viral rápidamente, principalmente entre habitantes de la colonia San Manuel, en la ciudad de Puebla. Sin embargo, la información fue desmentida horas después, tratándose de una noticia falsa (fake news) que generó confusión y preocupación innecesaria entre la ciudadanía.
¿Por qué aún creemos en noticias falsas?
Aunque esta vez el caso fue aclarado rápidamente, la difusión de noticias falsas en redes sociales es un fenómeno preocupante, especialmente entre personas mayores de 50 años. De acuerdo con estudios de la Universidad de Harvard, este grupo de edad es responsable del 80% de la circulación de fake news en plataformas como Twitter, y en Facebook consumen este tipo de contenido hasta siete veces más que los jóvenes.

¿Qué las hace tan creíbles?
Los expertos señalan tres factores principales:
1. Déficit en habilidades digitales
Las personas mayores suelen haber llegado tarde al mundo digital. Esto las vuelve más susceptibles a imágenes manipuladas, mensajes virales sin fuente o cadenas diseñadas para causar alarma o manipulación emocional.
2. Confianza social elevada
A mayor edad, suele haber más confianza en lo que se comparte en línea, sobre todo si proviene de conocidos, familiares o personas del mismo rango generacional.
3. Aislamiento o necesidad de contacto
Muchos adultos mayores usan redes sociales no para informarse, sino para mantenerse en contacto con otros. Esto puede llevar a que compartan contenido sin verificar su veracidad, priorizando el lazo social sobre la certeza informativa.
¿Cómo evitar caer en este tipo de engaños?
Verifica siempre la fuente de la información.
Consulta medios confiables o sitios de verificación de datos.
No compartas contenido alarmante si no puedes corroborarlo.
Enseña a tus familiares, especialmente adultos mayores, a identificar información dudosa.
Recuerda que el hecho de que una noticia tenga imagen no la hace verdadera.

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Reflexión: ¿somos todos vulnerables?
Tal como en Don Quijote de la Mancha, donde un hidalgo en busca de justicia confundió ficción con realidad por confiar demasiado en los libros, hoy en día nos enfrentamos a un panorama similar: las redes sociales son los nuevos libros de caballerías, y quienes no conocen su funcionamiento corren el riesgo de ser engañados.
La clave está en fomentar una actitud crítica, desconfiar sanamente y educarnos digitalmente para enfrentar este nuevo entorno donde no todo lo que se comparte es verdad.